El desempeño del sistema de salud 6

Noviembre 8 de 2022

Director Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud

Hay dos índices más desde este centro de pensamiento: el departamental y el de salud rural.

El Índice departamental en salud-InDes, busca medir el desempeño del sistema de salud a este nivel territorial a partir de cinco cuestiones claves: desempeño institucional; percepción y opiniones de los usuarios; financiamiento de la salud; rendición de cuentas y participación social; y gobernanza. También plantea estimular un mejor desempeño de la gestión y proporciona a los departamentos nuevas herramientas basadas en la evidencia para la rendición de cuentas y el fortalecimiento de su cometido. Su última versión se presentó en el año 2021. Este índice contiene 5 ejes, 9 dimensiones y 14 indicadores y los datos brutos oficiales fueron también normalizados en una escala de 0 a 100.

Las conclusiones del InDes nos permiten señalar que los ejes de Desempeño institucional, Percepción y opiniones de los usuarios y Rendición de cuentas y participación, necesitan más atención por parte de los departamentos y se pueden mejorar mucho.  Dentro de esos ejes, las dos dimensiones más críticas entre la mayoría de los departamentos fueron Efectividad en la atención y Satisfacción en los usuarios. Para mejorar el desempeño en ambas dimensiones los departamentos deben optimizar las actividades preventivas en salud; en particular, la toma de mamografía (coberturas muy bajas) y actividades de crecimiento y desarrollo en niñas y niños a nivel departamental (se puede hacer mucho más).

Por su parte, el Índice de Salud Rural, cuya primera versión fue presentada la semana pasada por este centro de pensamiento, tiene como objetivo analizar la situación de salud de la población rural de Colombia a partir de indicadores trazadores en salud, e identificar los territorios rurales que tienen mayor oportunidad de mejora en el desempeño. En la elaboración de este estudio, se adoptó la metodología validada para el Índice Nacional de Así Vamos en Salud, que ya fue descrito en anteriores capítulos. Cuenta entonces con tres ejes, diez y nueve dimensiones y cincuenta indicadores.

Al escoger los municipios objeto de estudio, se utilizó la clasificación de la Misión para la Transformación del Campo 2014 del Departamento Nacional de Planeación. El grupo inicial para el índice constaba de 691 municipios de los cuales el 54% fueron rurales y el 46% rurales dispersos.

Del total de municipios escogidos, solo 11 (1,6%) tuvieron completa la totalidad de los indicadores, por esta razón la aspiración que se tenía con el Índice no se pudo satisfacer. Se definió entonces mantener la metodología con 386 municipios (55 por ciento) en los cuales se pudo recoger el 80 por ciento (41) de los indicadores definidos. De estos municipios el 62,4 por ciento son rurales y el 37,5 por ciento rurales dispersos. Dentro de los municipios analizados y definidos como el objeto final de esta investigación, 61 pertenecen a los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) y 144 pertenecen al grupo de los municipios ZOMAC (zonas de mayor conflicto armado). El 50 por ciento de las muertes maternas, de niños por EDA, por cáncer de cérvix y por suicidios se encuentran concentrados en estos últimos municipios.

Las conclusiones más relevantes de este Índice señalan la imperiosa necesidad de mejorar la recolección de la información en los niveles municipales para entender bien la situación de salud de estos territorios. Además, es importante generar análisis profundos en los niveles más locales que se ven opacados o minimizados por la media de los datos extremos reportados casi siempre por las grandes ciudades.

Ratificamos que las condiciones iniciales o determinantes sociales de la salud de una población, son elementos fundamentales para lograr su completo bienestar. Para ello, las acciones de promoción, prevención y gestión de riesgos requieren ser fortalecidas, ya que dichas prácticas no son tan efectivas en las áreas más apartadas. Se necesita mayor atención en la distribución de talento humano en salud en las zonas rurales a la par de entender la diversidad de los territorios y la importancia de conocer los aspectos diferenciales en cada uno para lograr el acceso y la calidad en la prestación de los servicios de salud.

Estos tres índices de AVS pretenden una aproximación objetiva e integral a las necesidades de mejora que requiere nuestro sistema de salud, el cual ha demostrado grandes avances, pero también mantiene brechas significativas, especialmente en la oportunidad para el acceso a los servicios y en la gestión de la salud pública y el trabajo intersectorial.

Los índices nacionales e internacionales relacionados en este documento clasifican el sistema de salud en un nivel intermedio alto y nos evidencian que no es un “sistema fallido” y tampoco “uno de los peores sistemas de salud del mundo” como algunos quieren señalar. También nos facilitarán efectuar un seguimiento a los cambios y trasformaciones que permitan mejorar más los resultados.