Editorial: la financiarización de la salud

Diciembre 15 de 2022

Director Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud

 

 

Una cosa es la financiación y la sostenibilidad de un sistema de salud, que se deben alcanzar y mantener; otra cosa es que las entidades que trabajen en el sector no lo hagan a pérdida; y otra, muy distinta de las anteriores, es la financiarización de la salud.

La financiarización es un término que describe un proceso económico que intenta reducir todo el valor que se intercambia, a un instrumento financiero o a un derivado. Con base a sus investigaciones, es lo que denuncian que ocurre en algunos aspectos del sistema de salud de los Estados Unidos, las doctoras Eillen Appelbaum codirectora del Centro de Investigación Económica y Política de Washington DC y experta en capital privado y relaciones laborales, y Rossmary Batt profesora Alice Hanson Cook de Mujeres y Trabajo en la Escuela de Relaciones Industriales y Laborales de la Universidad de Cornell.

En un panel organizado a mediados del mes pasado en Washington DC por el Instituto para el Nuevo Pensamiento Económico (INET por sus siglas en inglés), en el cual participaron también William Lazomick profesor de la Universidad de Massachusetts y Öner Tulum profesor de la Universidad de Londres, las doctoras Appelbaum y Batt explicaron algunas de las formas como se genera esa financiarización de la salud en los EE.UU.

Una primera forma, tiene que ver con el accionar de grandes fondos de capital privado que se han involucrado en la adquisición de hospitales en numerosas ciudades de los EE.UU. También adquieren servicios de métodos diagnósticos en urgencias o de ambulancias. Hasta ahí el tema está bien, en la medida que se integren como parte del esquema de las aseguradoras, provean mejoramiento administrativo y tecnológico e incrementen la calidad en el servicio.

Pero este accionar tiene dos aspectos que causan inequidad e incremento en el costo de salud. Por una parte, la adquisición de servicios tercerizados no los involucra con la red de atención de las aseguradoras; los pacientes no lo saben y creen que por asistir a un hospital que sí está en la red, el servicio diagnóstico o de ambulancia se encuentra incluido. Se llevan la sorpresa cuando reciben la factura aparte, no cubierta por su seguro médico.

Lo otro que ocurre en numerosas ocasiones detrás de esas adquisiciones es que esconde un negocio de finca raíz que empieza por separar el inmueble hospitalario comprado, de la operación de los servicios médico-asistenciales. En algunos casos han pagado hasta 18 veces el EBITDA que muestra la institución hospitalaria en el momento de la compraventa. En pocos años la operación del hospital se quiebra y hay que cerrarla, pero para el fondo de capital privado la propiedad de finca raíz no ha perdido su valor y muchas veces se encuentra en una zona de renovación urbana (¿fue adquirido con esa intención?) con lo cual multiplica con creces su inversión inicial. En promedio permanecen 4,5 años.

Otra forma de financiarización de la salud tiene que ver con la maximización del valor para los accionistas de las compañías farmacéuticas. El ejercicio financiero señalado por las investigadoras se denomina buybacks o recompra de acciones por las mismas compañías farmacéuticas en el mercado de valores; un modelo que puede ser especulativo con el cual se incrementa el valor de la acción, y que además ha sido utilizado para pagar grandes salarios, bonos y compensaciones a los más altos ejecutivos de esa industria. Entre 2009 y 2018, diez y ocho de las más grandes empresas farmacéuticas clasificadas en el índice de S&P adquirieron 335 billones de dólares mediante buybacks. Con un agravante, y es que la investigación en ciencia y tecnología que hacen muchas de esas empresas se financia en una medida mayoritaria con dineros públicos.

Una tercera forma de financiarización se relaciona con la compra de la práctica privada de miles de médicos en EE.UU, con la que estos se liberan de la carga administrativa de la cual se responsabilizan los fondos de capital privado con objetivos semejantes a los modelos descritos.  

Estas actividades financieras no son ilegales, pero sí contrarias a los intereses sociales ya que incrementan los costos de la salud para la población y afectan además la atención de los servicios en zonas con personas muy vulnerables. En palabras de las investigadoras, estos modelos reciben “retornos sobredimensionados a costa de los enfermos

Como se ve, el objetivo del capital privado en EE.UU se encuentra focalizado en salud en la prestación de los servicios y en la provisión de medicamentos. Nuestros países pueden ser impactados ante esas prácticas de financiarización; de un lado, por los costos de los medicamentos que debemos consumir; y del otro, por la eventual compra de redes hospitalarias públicas y privadas. Debemos estar atentos.