Cambios sí, pero no así
Director Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud
La incertidumbre que confronta hoy el país no es ajena al sector salud en el cual existen varios aspectos que la originan. Veamos:
Su situación financiera no es clara para el cierre del año 2022 y tampoco para su sostenibilidad en el 2023.
Las declaraciones de altos funcionarios sobre reformas y transformaciones que a la vez niegan la paternidad sobre los borradores de textos que circulan por redes sociales, los que en su mayoría coinciden con los planteamientos públicos de esos funcionarios.
Los calificativos negativos y deshonrosos al sistema de salud por parte de esos mismos y más altos funcionarios, que generan frustración porque no son ciertos y están alejados de la evidencia nacional e internacional, pero, además, porque esas afirmaciones sobre un “sistema fallido” que está “entre los peores del mundo”, desconocen la labor que durante los últimos 30 años cientos de miles de trabajadores han desarrollado con el propósito de acertar y satisfacer día a día el derecho fundamental a la salud de los colombianos.
Los enunciados de un modelo de atención primaria presentados en un pueblo simbólico como el inicio del cambio del sistema de salud, sin que se muestren los recursos humanos, físicos y financieros para que su ejecución se realice, pero tampoco la manera operativa como se implementará ni la forma como se integrará ese modelo con la acción cotidiana del sistema general y con las descentralizaciones político-administrativa y funcional que existen en el sector.
La invocación al diálogo y al consenso sin dialogar ni concertar suficientemente con todos los agentes del sistema de salud.
Esas y otras consideraciones generan más preguntas que respuestas y tienen al sector en un ambiente de perplejidad e inseguridad, que necesita modificarse.
Voluntad de cambio para mejorar el sistema de salud existe entre los diferentes agentes del sector. Propuestas planteadas desde hace varios años mantienen su vigencia y su arrojo de transformación.
Centrar más la atención del sistema de salud en las personas, las familias y las comunidades; mejorar su gobernanza en los niveles nacional, departamental y municipal que incluya una mayor participación ciudadana; definir mejor una política nacional de recursos humanos, infraestructura física y digital, así como de financiamiento; trabajar más enfocados en la salud pública y en consolidar un modelo de atención primaria que contribuya a cerrar la brecha de la inequidad entre el campo y la ciudad. Estos planteamientos se acompañan de estrategias y acciones más específicas y detalladas para su ejecución.
Constituyen recomendaciones que se han presentado hace varios años por parte de este centro de pensamiento Así Vamos en Salud que coinciden en varios aspectos con aquellas formuladas por la Academia Nacional de Medicina, por un grupo de universidades y por otras asociaciones del sector. También concuerdan con planteamientos de funcionarios del gobierno nacional y con las bases generales del plan nacional de desarrollo presentado por este.
La política se define como el arte de lo posible en un debate de intereses. Sin embargo, la política electoral se sustenta en ideologías, sueños y aspiraciones, mientras que el establecimiento de los planes y las políticas públicas se construye sobre la evidencia y la realidad social y económica del país, así como sobre los acuerdos derivados de discusiones concertadas en las que se plantean las diferentes posiciones hasta lograr encontrar la verdad que nos convenga y nos comprometa a todos. En esto se sustenta la democracia liberal que se presenta como receta a otros y cuyo mejor argumento se encuentra en el ejemplo demostrativo de su conveniencia.
Cualquier cambio y transformación de nuestro sistema de salud, además del diálogo respetuoso y la concertación, debe cumplir con el principio de progresividad señalado por las sentencias de la Corte Constitucional y la Ley Estatutaria. No puede haber regresividad en las propuestas que se planteen. En otras palabras, no puede haber un retroceso del disfrute del derecho fundamental a la salud que se ha alcanzado. Esta preocupación existe en medio de la incertidumbre, la perplejidad y la inseguridad en que se encuentra hoy el sector.
Son estimulantes y esperanzadoras las voces que surgen desde la presidencia y las comisiones constitucionales del Congreso y desde espacios de la opinión pública, la academia y otras asociaciones, que animan el diálogo y la concertación. Tenemos confianza en que el gobierno nacional atenderá ese llamado y estamos ciertos que desde el sector salud existe la voluntad para avanzar por este camino.